Al partir para el Al Nassr, parecía que Cristiano Ronaldo dejaba definitivamente el fútbol de élite y se perfilaba a un retiro tranquilo, acompañado de un último gran contrato. Sin embargo, tras su llegada se desató una gran ola de inversión que ha terminado con múltiples estrellas del fútbol mundial recalando en Arabia Saudita. Muchos han denominado esto el ‘Efecto Cristiano’ y él mismo apoya esta tesis.

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«¿Yo abrí la puerta para Arabia Saudita? Al 100%, es un hecho. ¿Esperaba este impacto inmediato? Pensé que iba a tardar un año, pero 6 meses fueron suficientes». Estas fueron las palabras de CR7 al ser consultado sobre el tema. Es evidente que la gran inversión viene acompañada de su fichaje, pero, ¿es realmente el único factor o al menos el más importante?

El verdadero ‘Efecto Cristiano’

La llegada de Cristiano Ronaldo generó un foco mediático que la liga saudí nunca había tenido. Los empresarios locales al ver esto no se la pensaron dos veces y sabían que el mejor momento para invertir era este. Se podría decir que Cristiano abrió las puertas de una multimillonaria inversión sin precedentes, pero decir que el único atractivo es él es algo pretencioso…

La inversión en el ‘Efecto Cristiano’ tiene una lógica detrás. El 5 de junio se hizo público que el Fondo de Inversión Pública (PIF) adquiriría el 75% de los 4 clubes más importantes del país. Es decir, Al Hilal, Al Ittihad, Al Nassr y Al Ahli sumarían mucho dinero a sus arcas de golpe y todo pensando en fichar a todas las estrellas que puedan. Si de algo les suena el PIF, es el mismo fondo de inversión que adquirió el Newcastle en 2021.

Si bien el PIF clama ser una entidad privada, sus lazos con el gobierno son innegables. La visión es clara: “Nuestro objetivo es competir en las mejores ligas del mundo”, afirmó el Príncipe Abdulaziz bin Turki Al-Faisal, ministro de deportes. Su medio para fichar ha sido claro también: contratos absurdamente inflados.

Contratos millonarios para figuras consagradas

Actualmente de los 10 futbolistas mejor pagados del mundo, 8 juegan en Arabia Saudi. Con el reciente fichaje de Neymar, la lista queda de la siguiente manera:

JugadorEquipoSalario
1. Cristiano RonaldoAl Nassr200M
2. Karim BenzemaAl Ittihad200M
3. Neymar JrAl Hilal100M
4. N’golo KantéAl Ittihad100M
5. Kylian MbappéPSG70M
6. Lionel MessiInter Miami45M
7. Sadio ManéAl Nassr40M
8. Jordan HendersonAl Ettifaq40M
9. Riyad MahrezAl Ahli35M
10. Kalidou KoulibalyAl Hilal30M
M=Millones de euros

Un factor que pocos tiene en cuenta: la religión

Tras repasar el ‘Efecto Cristiano’ y los millonarios salarios que se han ofrecido, vamos con un último detalle que no muchos toman en cuenta y es el tema de la religión. Jugadores como Karim Benzema y Kalidou Koulibaly han dejado claro que aparte del dinero, este factor los impulsó a decidirse por su nuevo club.

“Soy musulmán y es un país musulmán. Siempre he querido vivir allí. Ya he estado en Arabia Saudí y me siento bien allí. Lo más importante es que es un país musulmán, querido y hermoso. Cuando hablé con mi familia de mi fichaje por Arabia Saudí, todos se pusieron muy contentos y aquí estoy, para mí es donde quiero estar“, comentó Benzema acerca de su fichaje.

Por su lado, Koulibaly fue más directo: «Soy musulmán, llego a un país ideal tanto para mí como para mi familia. La Meca está cerca, me voy a sentir mejor porque soy creyente, así que es importante para mí». A ellos, se han sumado jugadores con las mismas creencias como N’golo Kante, Sadio Mané, Riyad Mahrez, entre otros.

Evidentemente, jugadores como Neymar Jr, Roberto Firmino, Rubén Neves, Milinkovic Savic, entre otros no comparten esas creencias, pero es innegable que el factor religioso juega cuando el país está alineado a tus costumbres. Como podemos ver, el fenómeno del fútbol saudí es más complejo de lo que parece a simple vista, pero lo cierto es que esto: es solo el comienzo de un proyecto que podría cambiar el fútbol para siempre.

Las aspiraciones de Arabia Saudita

A diferencia de otros proyectos de Superliga, este no solo es que tenga una inversión más fuerte y sólida, sino que también viene acompañada de intereses políticos. Como vemos, Arabia Saudita invierte en hacer su liga atractiva antes que en sus futbolistas y esto se debe a una práctica llamada ‘sportswashing’, la cual se orienta a lavar la imagen de un país a través del deporte.

Aquí no hay restricciones para fichar extranjeros, ni límites salariales marcados. Todo es acerca de crear un producto que sea un atractivo mundial. ¿Podrá intervenir la FIFA? Antes habrá que preguntarnos si les conviene o no limitar esta inversión.