Las pruebas que condenan a Daniel Alves

“Es un caso con muchas más pruebas de lo habitual”. Esas declaraciones de la abogada defensora, pueden definir bastante bien la situación actual de ‘Dani’ Alves. El ex lateral del Barcelona se encuentra en prisión preventiva al presentar «Riesgo de fuga, fuerte capacidad económica, no tiene vínculos con España y es de un país que no tiene acuerdo de extradición como Brasil» según una fuente de la fiscalía. Pero ¿Qué pruebas incriminan a Daniel Alves?

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Las contradicciones en las declaraciones de Daniel Alves

Cuando Alves fue interrogado por la policía dio hasta tres versiones sobre lo sucedido aquella noche. En primera instancia negó conocer a la presunta víctima, después comentó haberla visto sin entablar contacto, y finalmente confesó que ella se le tiró encima.

El parte médico y las pruebas presentadas por la víctima

Dos días después de la supuesta agresión la víctima denuncio el hecho a los Mossos d’Escruada (policía autónoma de Cataluña). La agredida comentó que fue invitada a una mesa VIP en donde se encontraba Alves junto con un amigo. Según la declaración el jugador “le agarró con fuerza la mano y Alves se la llevó a su miembro (…) la obligó a sentarse encima de él, la tiró al suelo, la obligó a hacerle una felación a la que ella se resistió activamente, la abofeteó, la levantó del suelo y la penetró».

Sumado a lo contado por la víctima, esta también entregó a la policía el informe médico y el vestido que uso la fatídica noche.

Las cámaras de seguridad sustentan la versión de la víctima

De acuerdo a lo investigado por ‘el Periódico’, los implicados estuvieron dentro del baño un aproximado de 15 minutos. Este breve documento gráfico también apoya la versión que la víctima le brindó a la policía.

El tatuaje de media luna

Otra de las pruebas que se brindó a la policía fue que la víctima testificó que Daniel Alves tenía un tatuaje con forma de media luna en el abdomen. De esta forma la denunciante demostraría que conoce el cuerpo del jugador.

«El mensaje es muy claro, sea quien sea el presunto agresor sexual, la violencia sexual no queda impune. Y esto es posible porque hay leyes, hay protocolos, que protegen a las víctimas, y porque en este caso concreto la discoteca donde sucedieron los hechos aplicó de forma adecuada y sin dudar el protocolo contra el acoso y las agresiones sexuales en espacios de ocios», ha destacado la portavoz de la fiscalía.

La grabación accidental de un policía

Después de la supuesta agresión, la víctima fue atendida por uno de los agentes de Mossos d’Esquadra. Este habría, accidentalmente, prendido la cámara y grabado las primeras declaraciones de la mujer, en las cuales esta llora desconsoladamente al relatar la presunta violación. Además, la seguridad del local al ver el estado de la chica, activó el protocolo contra la violencia machista. «No tenía consuelo. Yo le preguntaba ‘¿Pero qué te ha pasado? ¡Cuéntame qué te ha pasado! Tienes que tranquilizarte’. Pero estaba muy agobiada”. Comentó el portero de la discoteca a las autoridades.