Héctor Bellerín: «Los futbolistas deberíamos pagar más impuestos» (VIDEO)
Conoce las declaraciones que dejó Bellerín en su última entrevista.

Conoce las declaraciones que dejó Bellerín en su última entrevista.
Héctor Bellerin concedió una entrevista al medio catalán ‘Ara’ y dio su punto de vista sobre la realidad social actual. Recordemos que el ex jugador del Arsenal nunca tuvo problemas en tocar temas sociopolíticos, como la guerra de Ucrania o su postura sobre el feminismo. Repasamos las declaraciones del lateral.
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«El vestuario del ‘Barca’ es mejor de lo que pensaba, es una especie de mezcla entre la multiculturalidad que había en el Arsenal y la hispanidad del Betis (…) Por ahora no quiero pensar en eso (su renovación) tengo un año firmado y lo quiero disfrutar al máximo. Lo valoraré al final te la temporada, pero estoy muy contento aquí».
«Firmé por menos de de 500.000 euros anuales. Hoy en día lo que me preocupa es jugar fútbol al más alto nivel, estoy en una situación económica que me permite disfrutar de lo que yo quiero después de dedicarme tantos años a esto. Al final no necesitamos tanto como pensamos y yo vivo una vida muy normal».
«Uso un coche que me facilitó el club para mi movilidad. La ostentación no te hace feliz, las cosas que más feliz te hacen son gratis (…) Que cada uno haga la suya, pero yo no quiero vivir mi vida así. Vivimos en un mundo capitalista, muy enfocado en comprar y tener más y más cosas, pero eso no te lleva a ninguna parte. Si ya tienes un coche, ¿para qué tener diez?».
«Cuando era joven me dejaba llevar por este tipo de lujos, pero me di cuenta de que estaba muy perdido».
What do you think of the bragging that we see in the world of football? Like Georgina buying Cristiano a Bentley while you were recently shopping for your mom?
— The Barca Index (@BarcaIndex) December 31, 2022
Bellerin: “I am now driving the car that the club has given me. Such boasting does not make you happy.” pic.twitter.com/78HHNMvHzf
«No me incomoda porque también estuve en esa posición. Llegas joven, entras en un vestuario donde ves cosas que valen mucho dinero y tu también las quieres para sentirte parte de ese ambiente. Lo primero que hice cuando estuve en un vestuario profesional fue comprarme un neceser Gucci, pero ya hace muchos años me deshice de él».
«Pienso que los futbolistas estamos perdiendo relación con los aficionados. Hay muchas cosas que nos separan de la gente y esto antes no pasaba. Somos muchos los jugadores que venimos de familias humildes, que no teníamos nada. Los futbolistas estamos deshumanizados, en una burbuja».
«El fútbol tiene que ser auténtico y accesible para todos los aficionados. Los estamentos también tendrían que humanizarnos a los futbolistas o acabaremos jugando 200 partidos por temporada. No diré que somos esclavos, pero dependemos de lo que piensen las organizaciones».
«Sí, me podría ir a jugar a un equipo de Segunda Catalana, pero el futbolista lo que quiere es jugar al máximo nivel. Soy crítico con la situación del fútbol moderno porque cada vez hay más distancia con el aficionado de toda la vida».
«No vi ningún partido del Mundial y creo que faltaron más mensajes de futbolistas, pero sirve de poco. Critiqué los 6.500 muertos de la Copa del Mundo pero igual se jugó y mucha gente lo vio. Las palabras no valen nada si es que no se acompañan de acciones (…) Me gustaría ver un poco más de activismo por parte de los jugadores, pero sé que es difícil».
Héctor Bellerín, lateral del FC Barcelona: "Como futbolista no estar en el Mundial de Qatar me entristece, pero hay una parte de mí que se alegra. No sé si lograría disfrutar de la carga de los 6.500 obreros fallecidos". Grande. pic.twitter.com/FAcvt9SbMo
— Fonsi Loaiza (@FonsiLoaiza) November 18, 2022
«No he tenido la suerte de compartir vestuario con alguien que haya expresado abiertamente que fuera homosexual o bisexual, ni que fuera solo de puertas adentro en el vestuario. En estos aspectos, el fútbol va muy por detrás, pero también pienso que es una muestra de la sociedad. El fútbol siempre ha sido muy machista. Hasta finales de los 90 las mujeres no podían estar en los palcos de los estadios. Aunque haya algunos progresos en la sociedad, creo que la figura del futbolista masculino todavía está lejos de ser sana. Con el tema del racismo también vamos por detrás».
«En Brasil, unos estaban con Bolsonaro, los otros con Lula. Es normal que haya diversidad. Mientras uno sea consciente de ello y tolerante, pienso que es sano que haya debate. Los futbolistas nos tenemos que poder posicionar, pero si transmitimos opiniones, tienen que estar fundamentadas. Y me gustaría que fuera desde la compasión y evitando posturas egoístas».
«Los futbolistas somos las personas que más impuestos deberíamos pagar. Vengo de una familia en que había meses que teníamos que hacer o imposible para poder comer. Continúo viviendo con gente así, con amigos, amigos de la familia».
«Todo el mundo quiere ganar más dinero para estar más cómodo, pero con lo que yo gano creo que tienes que pensar ya no solo en tu entorno, sino en la sociedad, donde hay situaciones muy precarias. Los futbolistas estamos en una posición muy privilegiada. Nos lo hemos trabajado y hemos hecho muchos sacrificios, pero tenemos que ser conscientes de lo que tenemos, de dónde venimos, y tendríamos que ser los primeros en querer ayudar a la estabilidad de nuestra sociedad. Pero entiendo que haya compañeros que puedan pensar diferente».
«Sí. Soy un futbolista de izquierdas. No tengo nada que esconder. Para mí lo más importante es que haya una sociedad que vaya hacia adelante, que quiera compartir y que nos ayudamos los unos a los otros. También es cierto que me siento un poco apolítico porque me cuesta encontrar una afiliación que de verdad cubra todo lo que quiero englobar como persona».
«Hago lo que puedo. Para no hacer según que, tendría que dejar de ser futbolista. Yo no me tomo muy seriamente, pero a la vez creo que en el mundo del fútbol hacen falta más personas que hablen mi idioma, que reflexionen sobre según qué cosas».
«No soy perfecto. Nadie lo es. Y no hay que serlo. Lo importante es intentar hacer las cosas de la mejor manera, respetar los valores propios. Si un día cojo un coche de gasolina será porque no tengo más remedio. Con uno eléctrico, que tiene una autonomía de 400 kilómetros, quizás me quedo tirado si voy a los Pirineos. Yo lo intento, pero si mi entorno no me deja… Llegará un día en el que habrá suficiente demanda y sí que podré».