Con 19 años iba dando sus primeros pasos en la Premier de la mano del Tottenham. A los 21 le anotó un doblete al Real Madrid por Champions. A los 22 disputó el mundial de Rusia 2018 siendo titular indiscutido con Inglaterra y al año siguiente jugó una final de Champions. Esta fue la trayectoria de Dele Alli hasta un declive lento y paulatino que lo tiene a sus 27 años fuera de la élite internacional.

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El inglés de raíces nigerianas ha sido duramente criticado desde su bajón de rendimiento, el cual empezó poco antes de la etapa de José Mourinho en los Spurs. Para esta temporada, Alli llegó al Besiktas cedido desde el Everton, pero este cambio de aires trajo de todo menos refresco. Tras culminar otro curso para el olvido, el mediocampista decidió romper su silencio y hablar tanto de su infancia como de las adicciones que ha ido arrastrando hasta hoy.

La dura infancia de Dele Alli

Alli declaró abiertamente por primera vez que sufrió de abuso sexual. «A los seis años, abusó sexualmente de mí un amigo de mi madre, que estaba mucho en la casa. Mi mamá era alcohólica”, agregó. A los 7 fue enviado a África con su padre para “aprender disciplina”, pero regresaría al poco tiempo.

Después comenta sobre su temprana introducción al mundo de las drogas. “A los siete, empecé a fumar; a los ocho a traficar con drogas. Una persona mayor me dijo que no detendrían a un niño en una bicicleta, así que anduve con mi pelota de fútbol, y luego debajo llevaba las drogas”. A esto agregó que una persona atentó contra su vida, “A los once, me colgaron de un puente. Fue un tipo del vecindario de al lado, un hombre”

A los 12 años fue adoptado por la familia Hickford, quienes describe como “una maravillosa familia” que no pudo haber hecho más por él. Sin embargo, por más esfuerzos que hiciera su nueva familia, Alli no era capaz de hablarles acerca de lo que había pasado anteriormente.

Su adicción a los narcóticos y el pensamiento de una temprana retirada

Mientras el joven mediocampista inglés deslumbraba al mundo con su rendimiento en el Tottenham y la selección inglesa, silenciosamente Alli batallaba contra el insomnio abusando de los fármacos. «Me hice adicto a las pastillas para dormir y es probablemente un problema que no solo lo tengo yo”. Además, hace énfasis en que en el mundo del fútbol, se habla poco de este fenómeno.

Además de pastillas para dormir, también desarrolló dependencia al alcohol. Declaró que le servían para “anestesiar los sentimientos”. Sin embargo, en algún punto esto dejó de funcionar. «Sí, definitivamente consumía demasiado. Fue aterrador, ahora lo he dejado y puedo mirar atrás», dice animosamente.

Toda esta situación sumada a su mal rendimiento lo hizo llegar a pensar en dejar el fútbol prematuramente. «Creo que tenía 24 años. Una mañana me levanté y tenía que ir a entrenar. Ese fue el momento en que (el técnico) dejó de ponerme. Puedo sonar dramático, pero me preguntaba si debía dejar, a los 24, de hacer lo que amaba».

Un nuevo comienzo para Dele Alli

El futbolista inglés sigue bajo contrato con el Everton de la Premier League. Antes de retomar el ejercicio profesional, ha decidido poner como prioridad su salud mental. «Cuando volví de Turquía me di cuenta de que no estaba bien mentalmente y decidí ingresar en una moderna clínica de rehabilitación».

Varios futbolistas han salido a darle mensajes de apoyo, entre los que destacan excompañeros y varios ex futbolistas. El caso de Alli, es solo otra muestra de cómo lo que vemos del jugador dentro y fuera de la cancha es solo una fracción de lo que realmente es su vida y contra lo que ha tenido que luchar para llegar a donde está.