Desde que colgó las botas en 2017, Xabi Alonso ha construido con paciencia y trabajo su camino como entrenador. Comenzó su carrera en los banquillos de las divisiones juveniles del Real Madrid, pero profesionalmente fue al frente del filial de la Real Sociedad. Allí estuvo tres años formando jugadores y consolidando su idea de juego. El gran salto llegó en octubre de 2022, cuando asumió la dirección técnica del Bayer 04 Leverkusen. Este club no solo le dio visibilidad internacional, sino también la oportunidad de hacer historia al conquistar, por primera vez, la Bundesliga.

Ese logro, sumado a su identidad como exjugador blanco, lo colocó rápidamente como uno de los principales candidatos a reemplazar a Carlo Ancelotti. Finalmente, el 26 de marzo, el Real Madrid hizo oficial su contratación como nuevo entrenador a partir de la próxima temporada. Así, el técnico español regresa al club donde brilló como mediocampista, pero esta vez para liderar desde el banquillo uno de los proyectos más exigentes del fútbol mundial.

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El sistema táctico de Xabi Alonso

Habiendo sido entrenado por Pep Guardiola, Carlo Ancelotti y José Mourinho, no es sorpresa para nadie que el nacido en el País Vasco se haya convertido en un entrenador de primer nivel. Su Bayer Leverkusen sorprendió a medio mundo, y gran parte de ese impacto se debe al sistema táctico que plantea el exmediocampista. En lugar de inclinarse por completo hacia alguna de las filosofías de sus mentores, ha construido una amalgama que se expresa principalmente a través de su característico 3-4-2-1.

Foto: Bundesliga

Alonso ha logrado que su equipo combine solidez defensiva y dinamismo ofensivo en partes iguales. Sin balón, exige compromiso colectivo: los extremos y mediocampistas retroceden para apoyar la línea defensiva, activando una presión coordinada cuando el rival entra en zonas de riesgo. Una vez recuperada la pelota, el equipo responde con transiciones rápidas, aprovechando la velocidad y el posicionamiento de sus atacantes. Con el balón, el Leverkusen apuesta por dominar la posesión y usar triángulos cortos. Siempre busca avanzar rápido hacia los tres delanteros. Esta combinación de control y verticalidad ha sido clave para desarmar a sus rivales. Así, el Leverkusen se ha convertido en uno de los equipos más temidos de Europa.

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Ahora, el gran interrogante es cómo Xabi Alonso encajará esta idea de juego en un Real Madrid con mucho talento ofensivo. La plantilla tiene más vocación atacante que defensiva. Alonso deberá encontrar el equilibrio entre su estructura táctica y un vestuario lleno de figuras acostumbradas a tener libertad en campo rival. Su sistema exige disciplina en la presión, repliegue organizado y compromiso defensivo, incluso de los jugadores más creativos. Adaptar su 3-4-2-1 al contexto madridista será un reto importante. Debe mantener su identidad sin renunciar al ADN del club: protagonismo, verticalidad y contundencia.

Las necesidades del Real Madrid

Uno de los principales problemas esta temporada fue la constante cantidad de lesiones en defensa. De los titulares, el único que pudo mantenerse al 100% físicamente en varias ocasiones fue Antonio Rüdiger. Esto obligó al estratega italiano a improvisar, utilizando a Aurélien Tchouaméni como central y dando cabida al canterano Raúl Asencio. Sin embargo, con el probable cambio de sistema, necesitarán mayor profundidad en el banquillo para esa zona.

Ahora, con la llegada de Xabi Alonso, se suman Dean Huijsen y Trent Alexander-Arnold para reforzar esa parcela del campo. Huijsen fue la revelación en Bournemouth con solo 19 años. Además, es habitual en las convocatorias de la selección española. Trent es un jugador mundialmente conocido y destaca por su calidad técnica en ataque. Sin embargo, tiene problemas en la transición defensiva. Por eso, podría beneficiarse jugando como carrilero.

Además de los refuerzos ya incorporados, el Real Madrid sigue necesitando más fichajes en defensa. Las lesiones regulares de Militao y Alaba generan una gran incertidumbre. A eso se suma la larga duración de la lesión de Carvajal, que dejó al equipo corto de opciones por la banda derecha.

Por ello, reforzar la defensa sigue siendo una prioridad para Alonso y la directiva. El Madrid ya cuenta con una plantilla de mucha calidad de mediocampo para adelante. Es principalmente esta zona la que necesita subir el nivel para que el cuadro blanco pueda para afrontar con garantías todas las competiciones.