Cuando comenzó la era Premier League (1992-93) Liverpool era el equipo con más ligas de todo Inglaterra (18), seguidos por Arsenal (10), Everton (9) y Manchester United (7). La modernización del fútbol inglés y el ingreso de capital privado extranjero cambió el panorama. Durante la gran mayoría de esos años los ‘Reds’ se mantuvieron lejos de la lucha por el título, mientras que el Manchester United dominó con puño de hierro hasta conseguir 20 campeonatos. 

Liverpool vio las décadas pasar y ese temible equipo dominador terminó siendo uno para elegir en los videojuegos en búsqueda de una reconstrucción ficticia. La dura realidad pegaba cada vez más, e incluso cuando parecían despertar de la pesadilla los resbalones, o equipos con puntuaciones históricas los mantenían en un sueño profundo. Tuvieron que pasar 30 años para que las eternas burlas fueran calladas gracias a un gran trabajo colectivo, resumido en un nombre, Jurgen Klopp. “Quiero transformar a los incrédulos en creyentes”, dijo el alemán en su primera conferencia como entrenador ‘Red’. Klopp revivió a un gigante dormido y puso al equipo en donde merece, el título de Premier League conseguido en la 19/20 fue la cereza del pastel.

La sorpresiva salida del ‘Normal One’ al final de la temporada pesada reactivó los viejos fantasmas en una de las hinchadas más especiales del viejo continente. Sin embargo, la primera temporada de Arne Slot como nueva cabeza del equipo terminó por tranquilizar a una hinchada que no quiere tener más pesadillas.

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El Liverpool de Arne Slot

La primera temporada del neerlandés acabó con el título más deseado por los fanáticos, la Premier League número 20 del club. Slot contó con la plantilla heredada de Klopp y la única adición fue la de un Federico Chiesa venido a menos por las lesiones. Los analistas ubicaban al Liverpool fuera de la lucha por el título antes de comenzar la temporada; sin embargo, la mano del nuevo entrenador se vio desde el primer momento.

Los mismos jugadores que terminaron la 23/24 perdiendo partidos desde errores individuales, ahora parecían ser una máquina perfecta. Ryan Gravenberch pasó de ser un volante irregular a uno de los mejores pivotes que tiene el fútbol inglés. Konaté dejó atrás un par de años marcados por las lesiones a un central inquebrantable. Virgil van Dijk recuperó el aura de central impenetrable. Gakpo finalmente encontró su lugar en el equipo partiendo desde la izquierda. Finalmente, Salah vivió la mejor temporada de su carrera con 28 goles y 18 asistencias a falta de cuatro fechas por jugarse.

La temporada de Mohamed Salah

Los números del Liverpool 24/25 son realmente sólidos. Se coronó campeón a cuatro fechas del final tras sacarle 15 puntos de diferencia al Arsenal. En lo que va de campaña solo perdieron en dos ocasiones (Nottingham Forest y Fulham) con una racha invicta de 26 partidos entre ambas. Además, tienen al mejor jugador de la competición y candidato al Balón de Oro, Mohamed Salah. El delantero egipcio tuvo una temporada de récord absoluto:

  • Superó el récord de más participaciones directas de gol (goles más asistencias) en una temporada de 38 partidos (44).
  • Igualo el récord de más premios al jugador del partido en la historia de la Premier League (7).
  • Está a dos asistencias de igualar la mayor cantidad de asistencias en una temporada de Premier League (20) establecida por Thierry Henry y Kevin De Bruyne.

Finalmente, Mohamed Salah renunció a las funciones defensivas para entrar en un sistema que le permite un 1-1 constante. Una de las fórmulas que usó Slot para esos escenarios fue el cambio de rol para Trent Alexander-Arnold. Con Klopp el lateral era el principal creador de juego del equipo cayendo muchas veces a posiciones centrales. Ahora, el número 66 volvió a sus inicios y se encarga de hacer la línea de banda con profundidad permitiendo que el egipcio tenga más espacio para cortar por el centro y disponer de un mejor panorama ofensivo.

El caos controlado de Arne Slot

A pesar que parte del éxito que tuvo Slot en su temporada debut se debe a la continuidad del trabajo hecho por Klopp, la mano del ex Feyenoord se ve algo que llamaremos ‘caos controlado’. El fútbol de ‘Rock n’ Roll’ del alemán se encontró con su versión más mesurada.  Con los mismos jugadores, el flamante estratega decidió tener más control del balón y renunciar un poco al juego directo al cual Liverpool nos tenía acostumbrados. El juego de los porteros y la salida limpia de los defensas es una de las diferencias más visibles, el equipo pasó de promediar 117 pases en el primer tercio a 133, un pequeño dato que nos aporta un mejor panorama.

Por otro lado, el mediocampo pasó a cobrar mayor relevancia. Cuando el alemán estaba a cargo Liverpool saltaba esta línea para centrarse en el juego directo a la hora de atacar y a la hora de defender las presiones altas eran la costumbre. Esta temporada el equipo sigue presionando alto, pero de una manera más pasiva. Slot quiere que sus jugadores elijan en el momento ideal para robar el balón en zonas altas del campo. Por otro lado, a la hora de atacar el mediocampo cumple una función de creación, el rol de Mac Allister ejemplifica esta idea. El argentino pasó de ser un pivote con funciones de ‘quarterback’ para ser un volante con mucha llegada al área y dejarle la base de la jugada a Ryan Gravenberch. La nueva posición del neerlandés es una de las claves más interesantes del Liverpool campeón. 

(Video: La Media Inglesa)