Para Paolo Guerrero no existe la palabra «rendirse». El futbolista de 38 años se encuentra continuando con la recuperación de su lesión de los ligamentos cruzados en Phoenix, Estados Unidos.

En una entrevista para FIFA, menciona que su entrenamiento de lunes a domingo dura regularmente de 10 de la mañana hasta las 8 de la noche, solo deteniéndose a almorzar. Esto se debe a que, además de contra la lesión, su recuperación es una lucha contra el tiempo. El 13 de junio la Selección Peruana juega el repechaje y el ‘Depredador’ cree que tiene chances de convocatoria.

Sobre esto, Guerrero menciona: «¿Qué si llego al 13 de junio? Yo por mi selección mato. Yo por Perú juego hasta cojo. Estoy a disposición. Eso va a depender de mí, de cómo esté. Tengo que ser sincero conmigo: lo que más quiero es estar 100% bien y poder jugar sin ningún problema. No quiero adelantar nada, no quiero apresurar nada. Estoy con mi proceso de recuperación. Pero si llego al 13 y estoy en óptimas condiciones… ¿por qué no?».

El goleador lleva 215 días sin jugar fútbol oficialmente. Sobre sus posibilidades de recuperación indica: «Tengo fuerza para pasar por este proceso porque el fútbol es mi pasión. Es mi vida. Si yo no juego al fútbol me siento muerto. Me siento… incapacitado. No sé. No sé cómo explicar lo que significa. Es mi vida y es imposible dejarlo. Pasé por muchos problemas, sobre todo por esta bendita lesión».

Paolo Guerrero se encuentra sin club luego de la rescisión de su contrato con el Internacional de Porto Alegre. (Foto: Internacional)

Como recordamos también, luego de su lesión inicial en el 2020, Guerrero regresó a las canchas en el 2021, y aunque inicialmente parecía que se había recuperado, rápidamente fue evidente que se encontraba muy lejos de su óptimo nivel. Sobre esto menciona: “Volví a jugar, pero debo decir la verdad: en esa etapa no tuve una buena recuperación. Volví a jugar con muy poco tiempo cuando no debía hacerlo. Todo este tiempo estuve pagando la mala recuperación y eso me alejó de estar en las canchas nuevamente. Pero eso queda en el pasado: ahora quiero estar más fuerte que antes”.

Para Paolo, el fútbol, los goles y su familia son lo más importante: “Cuando hago goles soy el tipo más feliz del mundo. Mis papás son felices cuando me ven haciendo goles. Es una satisfacción para ellos. Estar a mi nivel me divierte, me hace feliz”. Sus padres son su apoyo más importante en esta difícil etapa.

Además, reconoce que la mentalidad ganadora es lo que lo va hacer salir adelante: «Es que la vida se trata de eso. Créeme que hay momentos donde uno se puede caer. Pero hay que levantarse. Mi papá me enseñó que si te caes 10 veces, te levantas 11. Todo ser humano pasa por momentos malos. Pero ya va a venir. Este es un sacrificio muy grande. Todo sacrificio trae una recompensa. Y así tenga 1000 años de sacrificio, yo sé que la recompensa va a venir». Y finaliza: «La vida te da sorpresas. Me sacrifico porque el fútbol es mi vida. Y yo lo que más quiero es jugar al fútbol».

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