Para sorpresa de muchos aficionados, la final del Mundial Sub-20 enfrentó a Argentina y Marruecos, dos selecciones con trayectorias muy distintas en la categoría. Mientras la Albiceleste llegaba como favorita por su historial de seis títulos, Marruecos se presentaba como la revelación del torneo. Sin embargo, el conjunto africano mostró carácter, organización y una identidad de juego sólida que lo llevó a consagrarse campeón del mundo. Con un triunfo 2-0, marcó un hito histórico en el fútbol marroquí y confirmó su creciente protagonismo en el escenario internacional.

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Un torneo soñado

Desde el sorteo de grupos, Marruecos no figuraba entre los favoritos, al compartir zona con Brasil, España y México, tres selecciones con historial destacado en la categoría. Brasil y España ya habían conquistado el título en ediciones anteriores, mientras que México acumulaba dos podios y múltiples participaciones. A pesar de ese contexto adverso, el conjunto marroquí sorprendió al vencer a españoles y brasileños, cayendo únicamente ante México. Esa campaña fue suficiente para clasificar como líder de grupo, marcando el inicio de un recorrido histórico.

Clasificacion ofrecida por Sofascore

Al llegar al cuadro de eliminación, los ‘Leones del Atlas’ se enfrentaron a Corea del Sur, Estados Unidos y Francia, teniendo como curiosidad que en estos partidos se vieron beneficiados por un gol en contra. El partido más caótico fue el de las semifinales contra Francia, pues no solo fue el hecho de llegar a penales, sino que también se llegó a usar a los 3 arqueros en el partido. Yanis Benchaouch, salió lesionado en el segundo tiempo, entrando su recambio pero para el momento decisivo de los penales se tomó la decisión táctica de que el tercer arquero entre para darle la clasificación. Y vaya que funcionó.

La final se presentaba con Argentina como gran favorita, tras haber anotado 15 goles y recibido solo 2 durante todo el torneo. Contra todos los pronósticos, Marruecos ofreció una actuación memorable, destacando su tridente ofensivo y el liderazgo de Yassir Zabiri, co-goleador del campeonato con 5 tantos. Zabiri fue decisivo en la final, marcando los dos goles ante la Albiceleste y consolidando su papel como figura del torneo. Este triunfo representa un cambio de época para el fútbol marroquí y confirma que lo logrado en 2022 no fue producto del azar. Es el resultado de años de planificación, inversión y desarrollo que hoy comienzan a dar frutos en todas las categorías. Con esta victoria, Marruecos se convierte en el segundo país africano en ganar un Mundial Sub-20, marcando un hito histórico para la región.

El desarrollo de Marruecos en los últimos 10 años

La consagración en el Mundial Sub-20 2025 no es un hecho aislado, sino el reflejo de una década de transformación profunda en el fútbol marroquí. Desde 2015, Marruecos ha apostado por un modelo integral que combina infraestructura, formación y planificación estratégica. La creación de la Academia Mohammed VI, con estándares europeos y una inversión superior a los 140 millones de dirhams, ha sido clave en la formación de talentos como Nayef Aguerd, Azzedine Ounahi y Youssef En-Nesyri.

Este impulso se ha traducido en resultados concretos:

Además, Marruecos será uno de los países anfitriones del Mundial 2030, y se convertirá en el único país africano en participar en cuatro Copas del Mundo consecutivas. Esta continuidad competitiva, sumada a una política de detección de talentos entre la diáspora marroquí en Europa, ha consolidado al país como la nueva locomotora del fútbol africano.

La victoria ante Argentina no solo coronó un torneo soñado, sino que confirmó que Marruecos ya no es una sorpresa: es una potencia emergente con ambición global.