Sostuvimos una conversación muy amena con Marcello Negrón, delantero peruano de 20 años que jugó en Deportivo Coopsol de la Liga2 todo el 2025. Durante la entrevista, se tocaron diversos puntos, entre ellos su desarrollo como futbolista, el descenso de Coopsol a 3ra división, lo que le depara el futuro de cara al 2026 y mucho más.

¿Cuál es el primer recuerdo que tienes del fútbol?

“Tengo muchos recuerdos relacionados al fútbol, pero uno de los primeros, sin duda, era cuando mi hermano me decía para salir a jugar. Recuerdo que me hacía dominar el balón con la pierna izquierda, soy diestro, entonces me frustraba y ya no quería jugar más, porque era pequeño y solo quería divertirme, pero me insistía y al final lo lograba. Gracias a eso hoy tengo un buen manejo de ambas piernas”.

¿Qué hizo qué te dedicaras a cumplir el sueño de ser futbolista?

“El fútbol siempre fue mi pasión, lo jugué a lo largo de toda mi vida, pero nunca verdaderamente pensé en dedicarme a eso. Siempre quise, pero nunca busqué ningún club ni lugar para entrenar, hasta que, cuando salí del colegio en el año 2022, decidí darme un tiempo para intentarlo. Fue así que me llegó la oportunidad de ir a un partido de práctica de Cantolao, en donde jugaban primera vs. reserva. Iban varios chicos a prueba; me tocó jugar 20 minutos y, cuando salí, al profe le había gustado mi juego y me vio potencial. Me invitó a hacer la pretemporada y terminé quedando en el plantel de reserva para la temporada 2023”.

Siendo 9, una posición donde en las ligas nacionales muchas veces se prefiere a jugadores extranjeros, ¿cómo ves el desafío de abrirte camino y ganarte un lugar como delantero joven peruano?

“Totalmente de acuerdo, la mayoría de equipos tienen un 9 titular extranjero. Eso, en vez de verlo como algo negativo, es una motivación y un desafío para mí. Tengo muchas ganas de ser el 9 titular de un equipo de primera del país y, de ahí, seguir trascendiendo hacia equipos más grandes y luego al extranjero”.

¿Cómo te definirías como delantero? ¿Eres un 9 de asociación, de ir al espacio o de ganar los duelos y aguantar el juego?

“Como delantero, me definiría como un jugador completo. Quizás por mi físico, muchos entrenadores y, en general, la mayoría de gente piensa que soy un 9 posicional y de aguante. No tengo problema en hacerlo, pero en realidad me gusta mucho picar al espacio y marcar diagonales. También me considero un muy buen definidor en el mano a mano”.

¿Quién es tu referente para tu estilo de juego?

“Mi referente es Paolo Guerrero, me encantaba verlo jugar por Perú y en muchos partidos verlo aguantar y luchar solo arriba e inventarse goles prácticamente de la nada”.

¿Cómo fue la experiencia de hacer una pasantía en Lanús?

“Considero que la experiencia por Argentina, específicamente en Quilmes y Lanús, fue muy, pero muy positiva. Es más, siento que marcó un antes y un después en mi carrera y en mi vida. Me enseñó mucho: desde ser más organizado, independiente y tener más hambre y ganas al jugar y luchar cada balón”.

¿Qué se siente ser uno de los pocos futbolistas profesionales que no hicieron inferiores en un club, sino que debutó directamente en reservas?

“En un momento sentía que era un aspecto que me retrasaba frente a otros compañeros. En reserva, muchos me preguntaban qué hacía ahí, ya que ellos llevaban años en el club y yo, en pocos meses, ya me encontraba ahí y no veía mucha diferencia. Al comienzo me costó bastante, puesto que el ritmo de juego e intensidad eran completamente distintos, mucho más agresivos, y además todos estaban acostumbrados a competir a ese nivel desde muy chicos. Sin embargo, hoy en día me siento completamente a la par de todos. Incluso siento que aprendo mucho más que varios compañeros, porque hay conceptos que recién perfecciono o comprendo de mejor manera, y me van puliendo como jugador”.

¿Fue difícil conseguir un club que te acoja sin haber hecho un proceso de inferiores e ir directamente a jugar reservas?

“La verdad fue que nunca me puse a pensar si fue fácil o difícil conseguir un club; todo se dio de manera muy rápida. En un principio yo solo iba a la pretemporada ilusionado a correr en la playa de Ventanilla con el plantel de reserva. Luego de eso, fui pasando filtros: hacíamos partidos de 10 minutos todos los días hasta que un día me dieron mi uniforme y me dijeron que me afilie al club porque iba a ser parte del plantel de la reserva. Me ayudó bastante ser 2005, ya que ese año pedían 4 sub-18 en campo por equipo”.

Es tu segundo año de profesional y ya tuviste que pasar por una de las situaciones más complicadas en la carrera de un futbolista, el descenso a 3ra división. ¿Qué crees que le faltó al equipo para poder mantener la categoría?

“Fue una situación complicada y muy triste la verdad. Había un grupo muy unido que dejó todo en el campo y eso me da tranquilidad. En lo personal me fui un poco más tranquilo, ya que fue una temporada donde pude jugar mucho y eso era lo que buscaba: sumar minutos, goles y experiencia dentro del campo”.

¿Cómo has podido balancear tu vida tras este hecho? En esos momentos difíciles, ¿quiénes fueron tu mayor apoyo?

“Luego del descenso, estuve más pegado a mis familiares, amigos cercanos y mi pareja. Ellos me preguntaban bastante cómo me sentía y estaban pendientes de mí, pero, como mencioné antes, sé que dejé todo en cada minuto que me tocó jugar, y el fútbol es así. No lo considero un fracaso ni nada por el estilo. Fracaso no es caer, sino caer y no volver a levantarte”.

No solo eso, para afrontar la baja tuviste que enfrentar en el grupo de descenso al club que te dio una casa para crecer: Cantolao, ¿cómo te sentías cada vez que tenías que enfrentar al club que te formó?

“Jugamos 4 partidos con Cantolao este año, si no me equivoco. Fue muy bonito, ya que me reencontré con varios compañeros, profes y gente relacionada con el equipo, a los cuales les tengo cariño”.

Marcello Negrón

En Coopsol compartes vestuario con jugadores de distintas edades. ¿Qué te han transmitido los más experimentados?

“Te puedo nombrar 3 compañeros que, la verdad, me dieron muchos consejos durante todo el año: Emiliano Ciucci, Joaziñho Arroé y Josepmir Ballón. A Emi lo conocía del año pasado en Cantolao, un excelente profesional y mejor persona. Me hablaba bastante e incluso se quedaba algunos minutos después de los entrenos a ayudarme con lo que le pedía. Joa era más carismático y conversador; igualmente me daba consejos sobre cómo hacer ciertos movimientos. Y Ballón, que fue el capitán, le hablaba a todos, pero a mí me exigía mucho, y eso lo aprecio bastante. Un gran profesional, y me llevo muy buenos recuerdos, consejos y aprendizajes de ellos”.

¿Qué metas tienes para el 2026? ¿Buscarás quedarte en Coopsol y devolverlos a segunda o tal vez explorar otros destinos?

“Para el 2026 espero llegar a un equipo de primera división. Quiero jugar lo máximo posible y sumar estadísticas, principalmente goles. Siento que, haciendo eso, puedo trascender más rápido”.

Tuviste la oportunidad de integrar microciclos de la Selección Peruana Sub-20.¿Cómo recuerdas esa etapa y qué significó para ti vestir la camiseta del país? ¿Qué crees que tienes que mejorar para volver a estar en la mirada de la selección?

“Fue muy lindo entrenar en la Sub-20. Aprendí bastante y tengo muy buenos recuerdos. Las instalaciones y el ambiente eran mejores a lo que estaba acostumbrado, y eso me hacía mucha ilusión. Estoy seguro de que, si sigo sumando minutos, goles y experiencia dentro del campo, estaré en la mirada de la selección”.

¿Qué representa para ti el gol? Más allá del resultado, ¿qué sientes cuando la pelota entra y sabes que hiciste lo que te toca hacer?

“El gol para mí es un sentimiento totalmente diferente y uno de los momentos más lindos que un jugador puede experimentar, más si es para ganar. Saber que tu equipo ha ganado y encima con tu gol es indescriptible. Igualmente, trato de no sobre pensar tanto ese tema. Una vez que arranca el partido me enfoco en ganar como sea; si es con mi gol, mucho mejor”.

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¿Hay algún gol o partido que consideres un punto de inflexión en tu carrera hasta ahora? Algo que te haya hecho decir “aquí empecé a creer más en mí”.

“La verdad que desde siempre he creído mucho en mí, pero quizás un partido que me dio un extra de confianza y motivación fue mi debut. Entré en el minuto 88 vs. Ayacucho, de visita, y en el 90 nos meten el 1-0. Tres minutos después hago el 1-1 y empatamos. Debutar con gol fue algo inolvidable”.

¿Qué crees que un delantero joven como tú puede aportar al fútbol peruano actual? ¿En qué piensas que tu generación puede marcar la diferencia?

“Siento que puedo aportar mucho al fútbol peruano. Hoy en día no se ven muchos delanteros que sean peruanos y, encima, jóvenes. Opino que mi generación puede y debe marcar la diferencia en el aspecto físico y profesional, ya que el fútbol es cada vez más exigente, y los futbolistas no son solo eso, sino atletas”.

Si tuvieras que dejarle un mensaje al niño que empezó a jugar al fútbol y después de su pasantía en Argentina vino a Perú, el que soñaba con debutar algún día, ¿qué le dirías hoy?

“Le diría que estoy muy orgulloso de él, que siga firme y que, con la mentalidad que tiene, todo lo que se proponga lo logrará. Que no permita que nada ni nadie lo frene y que, paso a paso, con esfuerzo, disciplina y dedicación, llegarán cada vez cosas más grandes. Que Dios tiene planeado un futuro muy próspero para él”.